Sala I. De los orígenes a Roma
Room I. From the origins to the Roman times
Salle I. Des origines à Rome
– En esta primera sala del museo podrá observar una selección de materiales correspondientes a los distintos periodos de la Prehistoria, a la Cultura Ibérica y a las fases republicana y altoimperial romana.
– En relación con la Prehistoria podemos afirmar que todos sus periodos correspondientes se encuentran representados en las colecciones del museo, desde el Paleolítico hasta finales de la Edad del Bronce. De entre todas estas fases destaca, dentro del territorio de Montemayor, la época correspondiente a la Edad del Cobre. Además de la multitud de hallazgos correspondientes a este momento, contamos con la existencia de un poblado de considerables dimensiones en el área actualmente ocupada por el Castillo de Dos Hermanas.
– También puede observar algunos elementos correspondientes al Bronce Final, siendo la pieza más relevante, y que constituye una de las joyas de nuestro museo, la Estela de Guerrero de Montemayor, de unos tres mil años de antigüedad.
– Perteneciente al grupo conocido como Estelas de Guerrero o del Sudoeste, vinculadas a las últimas sociedades de la Edad del Bronce del área del Bajo Guadalquivir , Extremadura y Sur de Portugal, zonas de la antigua Tartessos para muchos investigadores, cuya función debió ser señalar determinadas tumbas de personajes importantes, a modo de lápida, o bien tratarse de hitos con función de delimitación territorial.
– Se aprecian en su superficie varios elementos grabados, destacando una figura antropomorfa (humano o deidad) dotado de un casco o tocado con lo que parecen cuernos, acompañado de un escudo, armas (lanza, espada) y útiles de higiene y prestigio como un peine y un espejo; a sus pies aparece una figura humana postrada o abatida, así como un animal.
– El término municipal de Montemayor ha sido un lugar fecundo en hallazgos correspondientes a la Cultura Íbera o Ibérica, si bien en su mayor parte dichos hallazgos se encuentran actualmente en el Museo Arqueológico Provincial. En esta primera sala contamos con varias piezas que ilustran nuestro pasado íbero, sirviendo como anticipo de la Sala IV dedicada al principal descubrimiento arqueológico realizado en la localidad: los restos del carro íbero de Montemayor.
– En esta sala puede observar restos cerámicos correspondientes a época ibérica, junto a elementos como fusayolas, empleadas en el hilado de la lana, o fíbulas (encargadas de fijar la capa o manto, a modo de broche), del tipo anular ibérica. Igualmente puede contemplar una cabeza de caballo realizada en piedra caliza, que sirve de muestra de la gran calidad alcanzada por la estatuaria íbera en nuestra comarca. Tanto esta escultura como otras localizadas en Montemayor y en poder del Museo Arqueológico Provincial evidencian la existencia de varias áreas de necrópolis con tumbas monumentales en las elevaciones cercanas a Montemayor.
– Será en los últimos años de la República, a mediados del siglo I a.C., dentro del contexto de la guerra civil entre los bandos estructurados en torno a las figuras de Pompeyo Magno y Julio César, que asoló todo el ámbito mediterráneo, cuando Ulia aparezca documentada por vez primera en las fuentes literarias clásicas. Y lo hará como protagonista de dos asedios sucesivos.
– En la obra De Bello Alexandrino o “Sobre la Guerra de Alejandría”, de autoría incierta aunque atribuida a Julio César o su entorno cercano, se narra como el gobernador cesariano de la Hispania Ulterior, provincia que se estructuraba en torno al valle del Guadalquivir, llamado Casio Longino, se encontraba en Córdoba tras haber reclutado tropas por toda la provincia cuando sufrió un atentado, debido a las altas cotas impositivas y las acusaciones de pillaje que le habían granjeado gran animadversión entre los autóctonos, del que salvó la vida de milagro. Con las tropas que le eran leales se encaminó a Ulia donde, gracias a sus excelentes condiciones defensivas, fue capaz de resistir el asedio de sus rivales hasta que la llegada del gobernador de la Hispania Citerior calmó los ánimos, restituyendo el orden a la provincia.
– Posteriormente, dos años después del primer asedio, la situación había cambiado bastante. César se había impuesto al bando contrario a lo largo y ancho de la cuenca mediterránea e incluso en provincias tan distantes como Armenia y Egipto. De hecho, el propio Pompeyo el Grande había muerto y sus seguidores, liderados ahora por sus hijos Cneo y Sexto, acabaron recalando en Corduba donde tenían amigos y gentes que les eran fieles, tanto es así que la práctica totalidad del territorio dependiente de Corduba se alineó con la bando pompeyano, con una excepción: Ulia, cuya lealtad seguía estando con César.
– Por esta razón, Cneo Pompeyo movilizó sus legiones y puso cerco a Ulia, mientras que su hermano Sexto quedó en Corduba. Al ser consciente César de todos estos acontecimientos, partió de Roma al frente de sus tropas, desembarcando en Hispania y estableciendo su campamento en Obulco, actualmente conocida como Porcuna. Desde allí envió seis cohortes de refuerzo a la ciudad de Ulia, comandadas por un tal Pacieco, las cuales, amparándose en las intensas nieblas tan propias de esta zona, lograron acceder al interior de la ciudad y reforzarla.
– Por su parte, Julio César se dirigió con el grueso de sus fuerzas hacia Corduba. Ante esta situación, Cneo Pompeyo se vió forzado a levantar el duro asedio que durante varios meses había establecido sobre Ulia para reunirse con su hermano.
– Después de estos sucesos, tras una serie de movimientos y avances, el destino de la República romana se libró en los campos de Munda, donde el bando pompeyano fue completamente aplastado, erigiéndose Julio César en el vencedor absoluto, tal como puede leerse en el Bellum Hispanense.
– De este pasado bélico quedan numerosos restos en el entorno de Ulia, bien representados en el museo, tales como bolaños para catapulta u onagro, puntas metálicas de armas de asedio, así como proyectiles de honda, fundidos en plomo.
– La lealtad a su causa por parte de los habitantes de Ulia, desde ahora conocida como Fidentia, hizo que la familia Julia, y con ella el poder de Roma, recompensasen sus esfuerzos mediante una serie de ventajas y concesiones tales como exenciones fiscales, rango de municipalidad, concesión de la ciudadanía o la ampliación del territorio. Ello se evidencia en las esculturas y restos arquitectónicos que puede observar en el transcurso de su visita.
– Este conjunto de ventajas hizo posible que Ulia viviese su época de máximo esplendor durante los primeros siglos del Imperio, contando con el beneplácito de la familia Julia, ahora representada por Augusto y sus sucesores, a los cuales se les rindieron honores como demuestran algunos de los restos epigráficos encontrados en el municipio.
– In room one, you will have the chance to behold a selection of pieces related to different periods of Ancient History, Iberian Peoples, and some also having to do with the Republican period and Early Roman Empire period.
– Concerning the Ancient History Era, we can state that all these periods classified within this time are represented in the museum sets, covering, in terms of time, from the Paleolithic Age to the Bronze Age. Within these eras, we find an outstanding one: that one belonging to the Copper Age in the Montemayor area. Besides all the discoveries found related to this time, we find the existence of a town of appreciable dimensions in the area where “El castillo de Dos Hermanas” is nowadays located.
– You can also behold some pieces having to do with the Late Bronze Era, being our 3000-year-old “The Warrior´s Stele” the most outstanding precious piece in the museum.
– The town of Montemayor has always been a place where thousands of ancient Iberian pieces have been discovered throughout the time, having said that most of them are found nowadays in the “Museo Arqueológico Provincial”. In this first room we count on the existence of some pieces which can be considered as an example illustrating our Iberian origins, being a foretaste of what will be found in room IV, which is centered on the main archaeological finding done in the area: the remains of the Montemayor Iberian Cart.
– Ulia will be found for the first time in classical literature records somewhere in between the 1st century b.c., just as the Civil War between the two sides concerning the martial figures of Pompeyo Magno and Julio Cesar took place and devastated all the Mediterranean area in the late years of the Republican Era. Besides, the town itself will be the main protagonist of two consecutive sieges.
– As a consequence of this warlike past, hundreds of remains are found in the surroundings of the town of Ulia, and are very well represented in our Museum.
– From that moment on, Ulia will be named Fidentia.
– The loyalty paid by the Ulia people to the Empire, had as a consequence the fact that the Julia Family, and with it the Roman Empire power, would compensate Ulia efforts to the cause by the concession of a number of advantages such as the exemption of tax payments, the upgrading of the town to the higher rank of being a city, the concession of the citizenship to their inhabitants, or even the widening of their territories. It all can be witnessed in the sculptures or even the architecture remains found all along the tour. As a result of all these facts, Ulia lived the most splendorous period during the first centuries of the Empire, finding as a record of this fact some epigraphic inscriptions in its honor.
– Dans cette première salle du musée, vous pouvez voir une sélection de matériaux correspondant aux différentes périodes de la Préhistoire, de la Culture Ibérique et des phases Républicaine et Romaine Haute Impériale.
– Par rapport à la Préhistoire on peut affirmer que toutes ses périodes correspondantes sont représentés dans les collections du musée, du Paléolithique à la fin de l’âge du bronze. Parmi toutes ces phases, sur le territoire de Montemayor, la période correspondant à l’âge du cuivre. Outre la multitude de découvertes correspondant à ce moment, nous avons l’existence d’une ville de dimensions considérables dans la zone actuellement occupée par le château de Dos Hermanas.- Vous pouvez également observer certains éléments correspondant à l’âge du bronze final, étant la pièce la plus pertinente et qui constitue l’un des bijoux de notre musée, l’Estela de Guerrero de Montemayor, environ trois mille ans d’Antiquité.
– Appartenant au groupe connu sous le nom d’Estelas de Guerrero ou du Sudeste, lié à la dernières sociétés de l’âge du bronze de la région du Bas Guadalquivir, d’Extrémadure et du Sud du Portugal, zones de l’ancien Tartessos pour de nombreux chercheurs, dont le rôle aurait dû être pour marquer certaines tombes de personnes importantes, comme une pierre tombale, ou bien être des jalons avec fonction de délimitation du territoire.
– Plusieurs éléments gravés sont visibles sur sa surface, mettant en évidence une figure anthropomorphe (humain ou divinité) portant un casque ou une coiffe avec ce qui ressemble à des cornes, accompagné d’un bouclier, d’armes (lance, épée) et d’outils d’hygiène et de prestige comme un peigne et miroir; à ses pieds apparaît une figure humaine prostrée ou abattue, ainsi qu’un animal.
– Le terme municipal de Montemayor a été un lieu fertile en trouvailles correspondant à la culture ibérique, bien que la plupart de ces découvertes soient Ils / … ibérique. La plupart de ces découvertes se trouvent actuellement au Musée Archéologique Provinciel. Dans cette première pièce nous avons plusieurs pièces qui illustrent notre passé ibérique, servant d’aperçu de la Salle IV consacrée à la principale découverte archéologique faite dans la ville : les restes de la charrette ibérique de Montemayor.
– Dans cette salle, vous pouvez voir des restes de céramique de la période ibérique, ainsi que éléments tels que les fusaroles, utilisés dans la filature de la laine, ou les fibules (responsables de la fixation la cape ou manteau, en broche), de type annulaire ibérique. Vous pouvez également voir une tête de cheval en calcaire, qui sert d’échantillon de haute qualité atteint par la statuaire ibérique dans notre région. Cette sculpture et d’autres situé à Montemayor dans le Musée Archéologique Provincial montrent l’existence de plusieurs zones de nécropoles avec des tombes monumentales sur les élévations près de Montemayor.
– Ce sera dans les dernières années de la République, au milieu du Ier siècle avant J.-C., dans le cadre de la guerre civile entre les factions structurées autour des figures de Pompey Magnol et Jules César, qui a dévasté toute la région méditerranéenne, quand Ulia apparaît documentée pour première fois dans les sources littéraires classiques. Et il le fera en tant que protagoniste de deux sièges successifs.
– Dans l’ouvrage De Bello Alexandrino ou “Sur la guerre d’Alexandrie”, de paternité incertaine Bien qu’attribué à Jules César ou à son entourage proche, il est relaté comme le gouverneur césarien d’Hispania Ulterior, province structurée autour de la vallée du Guadalquivir, appelé Casio Longino, était à Cordoue après avoir recruté des troupes tout au long de la province lorsqu’elle a subi un attentat, en raison des taux d’imposition élevés et des accusations de pillages qui lui avaient valu une grande animosité parmi les indigènes, dont il sauva les vie miraculeuse. Avec les troupes qui lui sont fidèles, il se dirige vers Ulia où, grâce à son d’excellentes conditions défensives,il a pu résister au siège de ses rivaux jusqu’à la l’arrivée du gouverneur d’Hispania Citerior a calmé les esprits, rétablissant l’ordre dans la province.
– Par la suite, deux ans après le premier siège, la situation avait beaucoup changé. César avait prévalu sur la partie adverse dans toute la longueur et la largeur du bassin méditerranéen et même dans des provinces aussi éloignées que l’Arménie et l’Égypte. En fait, Pompée lui-même Grande était mort et ses partisans, maintenant dirigés par ses fils Gnaeus et Sextus, ont pris fin débarquant à Cordoue où ils avaient des amis et des gens qui leur étaient fidèles, à tel point que le pratiquement tout le territoire dépendant de Cordoue était aligné avec la faction Pompéien, à une exception près: Ulia, dont l’allégeance est restée à César.
– Pour cette raison, Gnaeus Pompée mobilisa ses légions et encercla Ulia, tandis que son Frère Sexto est resté à Cordoue. Comme César était au courant de tous ces événements, Il quitte Rome à la tête de ses troupes, débarque en Hispanie et établit son camp à Obulco, actuellement connu sous le nom de Porcuna. De là, il envoya six cohortes de renfort à la ville d’Ulia, commandée par un certain Pacieco, qui, se réfugiant dans le brouillard intense si typique de cette région, ils ont réussi à accéder à l’intérieur de la ville et de la renforcer.
– De son côté, Jules César se dirige avec le gros de ses forces vers Cordoue. Avant ça situation, Gnaeus Pompey a été contraint de lever le siège sévère qui pendant plusieurs mois s’était mise en route pour Ulia pour rencontrer son frère.
– Après ces événements, après une série de mouvements et d’avancées, le sort des La République romaine a été combattue dans les champs de Munda, où le côté pompéien était complètement écrasé, Jules César s’impose comme le vainqueur absolu, comme il peut lu dans le Bellum Hispanense.
– De nombreux vestiges de ce passé guerrier subsistent dans les environs d’Ulia, bien représentés dans le musée, comme les bolaños pour catapultes ou onagres, pointes métalliques d’armes à feu, siège, ainsi que des obus de fronde, coulés en plomb.
– La fidélité à leur cause de la part des habitants d’Ulia, désormais Fidentia, a fait la famille Julia, et avec elle le pouvoir de Rome, récompenser leurs efforts grâce à une série d’avantages et de concessions tels que des exonérations fiscales, une gamme de municipalité, l’octroi de la citoyenneté ou l’expansion du territoire. Ceci est mis en évidence dans les sculptures et vestiges architecturaux que vous pourrez observer lors de votre visite.
– Cet ensemble d’avantages a permis à Ulia de vivre son époque de plus grande splendeur durant les premiers siècles de l’Empire, comptant sur l’approbation de la famille Julia, maintenant représenté par Auguste et ses successeurs, qui ont été honorés comme démontrer quelques-uns des restes épigraphiques trouvés dans la municipalité.