Salas
Sala I
De los orígenes a Roma
Desde la Prehistoria hasta la ciudad iberorromana de Ulia, sumérgete en un interesante recorrido por la evolución de su sociedad.
Entre los restos prehistóricos encontramos una pequeña muestra de material lítico, desde los utensilios más antiguos, como cantos y lascas trabajadas, hasta otros más perfeccionados y recientes, como las puntas de flecha de sílex. También se exponen diversos materiales del Bronce Final, como hachas y puntas de flecha. De época ibérica, encontramos una de las piezas más excepcionales, una cabeza de caballo de una gran belleza plástica. De esta época aparecen en las paredes del pueblo una gran cantidad de material cerámico, quizá prueba de ese opidum que debía ubicarse debajo del actual municipio. Durante la República romana tienen lugar los enfrentamientos bélicos a las puertas de la propia ciudad y prueba de ello son los restos aparecidos, como bolaños de piedra, proyectiles de plomo que se lanzaban con hondas (glandes) y algunos restos de armamento, como las puntas de hierro de las lanzas romanas o pillum. Para facilitar la comprensión del acontecimiento bélico, concretamente el asedio que sufrió la ciudad, se ha elaborado una maqueta didáctica que muestra la variada maquinaria bélica empleada por los romanos para asediar una ciudad. A comienzos del Imperio la ciudad recibe el estatus de municipio romano y seguramente se monumentaliza, adoptando todos los rasgos urbanísticos de una ciudad romana, con edificios públicos como el foro, las termas, el templo, la curia, el macellum, etc.
Prueba de este funcionamiento urbano son las inscripciones que se pueden contemplar en esta sala, referidas a cargos municipales ejercidos por gobernantes locales o dedicaciones que realizan los ulienses en forma de altar, estatuas o monumentos. Igualmente destacan los conjuntos escultóricos propios de las ciudades romanas, destacando el retrato de un personaje de la familia Julio-Claudia.
Sala II
La plenitud del Imperio
Envuélvete en las creencias, costumbres y vida cotidiana que acompañaron a los romanos y romanas de Ulia durante el esplendor del Imperio.
Los materiales recuperados proceden de dos yacimientos muy cercanos al pueblo: El Cañuelo y La Zargadilla, y evidencian lo que pudo ser la ubicación de villas suburbanas de propietarios muy ricos.
La suntuosidad de estas villas se pone de manifiesto por la gran cantidad de mármoles, estucos, mosaicos y esculturas aparecidas en ellas en forma de hallazgo casual. Sus ricos materiales nos hablan de un esplendor inusitado, y de familias muy poderosas. Tal vez pertenecieran a algunas de las familias conocidas afincadas en Vlia, como los Fabii Fabiani o los Aelii Optati, que hicieron fortuna con el comercio de aceite, el preciado oro líquido que se exportaba desde la Bética hasta la misma Roma, la capital del Imperio. Para recrear el ambiente de una villa de lujo, se ha decorado una de las paredes de la sala con una reproducción de la pintura de la Villa de los Misterios, de Pompeya (Nápoles). Y para ayudar a comprender qué era realmente una villa se ha confeccionado una maqueta que representa una villa idealizada con susdistintas partes, basada en la Villa de Boscoreale de Pompeya (Nápoles).
En la Sala II, podemos contemplar una buena representación de delicadas esculturas, como la “Venus de Montemayor”, o el “León de la Zargadilla”, probablemente piezas de importación.
Sala III
De Uliyat-Qanbaniya… a un Monte Mayor
Sala IV
Tránsito. El Carro íbero de Montemayor
Itinerario
El Museo de Ulia fue creado como Museo oficial del Obispado de Córdoba con fondos procedentes de hallazgos casuales en el término de Montemayor, que fueron reunidos por el párroco del pueblo desde los años setenta. En 1997 fue inscrito en el Registro Andaluz de Museos y desde el año 2013 su gestión es mixta, entre Ayuntamiento y Diócesis.
Las nuevas instalaciones, inauguradas también en 2013, se componen de dos salas expositivas, que abarcan cronológicamente desde la Prehistoria hasta el Bajo Imperio Romano.
Actualmente, se está trabajando en la habilitación de una nueva sala, la Sala III, destinada a la colección medieval que en la actualidad se encuentra almacenada y para exhibición del material encontrado en Dos Hermanas.
En proyecto está la IV Sala que será la destinada a la exhibición del Carro Íbero, una de las piezas más relevantes del Museo.